Los climas helados o fríos extremos son uno de los retos más difíciles para los agricultores de todo el mundo. Con la era de la globalización, muchos agricultores ahora dependen de climas más impredecibles y temperaturas extremas. Esto ha provocado que muchos agricultores trabajen en condiciones en las que sus cuerpos están expuestos a las quemaduras originadas por el clima.
Las quemaduras son particularmente comunes durante los períodos de clima helado, especialmente en los campos agrícolas, ya que los trabajadores están expuestos a la intemperie. Estas quemaduras pueden ser extremadamente dolorosas y a menudo causan cicatrices, además de potencialmente causar enfermedades graves o incluso la muerte si no reciben tratamiento adecuado.
Son un problema que surgió recientemente, a raíz de cambios en la industria agrícola moderna. Los cambios de clima han creado condiciones más extremas, lo que también ha hecho que los trabajadores se vean expuestos a climas más fríos más a menudo. Estas quemaduras frías ocurren cuando el clima es demasiado frío para la piel, causando irritación, dolor y descamación.
Como prevenir las quemaduras con el frío
La prevención de las quemaduras de clima frío es una de las principales prioridades de los agricultores. Asegúrate de vestir adecuadamente para tu trabajo en temperaturas frías – una capa adicional puede darnos el calor extra que necesitamos. Además, el uso de equipos de calefacción y aislamiento especializado también puede ayudar a evitar que se produzcan daños por el frío.
En caso de sufrir una quemadura de clima frío, debes buscar atención médica inmediata. Estas quemaduras requieren tratamiento específico, así que no dejes de ver a un profesional para un tratamiento adecuado. Asegúrate de cubrir la zona afectada con una gasa suave y limpia para aliviar la picazón, evitar una infección y mantenerte hidratado.
Las quemaduras por climas helados pueden ser graves y provocar lesiones a largo plazo. Si como agricultor trabajas en condiciones climáticas hostiles, es esencial que te mantengas seguro mediante el uso de equipos de protección adecuados, evites situaciones de riesgo y busques atención médica si has sufrido alguna quemadura. Si cumples estas reglas, podrás evitar lesiones serias y seguir disfrutando de tu trabajo.
Desventajas de no utilizar malla anti heladas en campos agrícolas
Los terrenos agrícolas son terrenos expuestos a la intemperie y temperaturas extremas, en donde cada uno de los cultivos requiere un cuidado especial. Si no se cuida la tierra adecuadamente el rendimiento del cultivo puede ser bajo o perderse completamente. La malla anti heladas es uno de los medios más eficaces para mejorar el rendimiento de los campos agrícolas.
Sin embargo, no todas las personas están dispuestas a invertir en este tipo de instalaciones. Este tipo de medidas para proteger los cultivos implica un coste económico y un esfuerzo adicional que muchos agricultores no están dispuestos a asumir. Por lo tanto, hay agricultores que optan por no usar malla anti heladas.
Esta decisión conlleva una serie de desventajas para los propietarios de terrenos agrícolas. En primer lugar, la falta de las comodidades de la malla anti heladas provoca que los cultivos se vean afectados por el intenso frío con mayor facilidad. Esto significa que los agricultores corren el riesgo de sufrir pérdidas en su producción, ya que la helada puede dañar los cultivos.
La consecuencia directa de esto es una disminución de la rentabilidad de la granja, los cultivos sin protección también se ven afectados por los efectos de la sequía y el frío extremo durante los años más secos.
No usar malla anti heladas también puede provocar problemas estéticos. Muchas plantas no toleran el frío intenso y sufren un daño estético considerable, que afecta a la belleza de los campos agrícolas. Esto se suma también al descenso de la producción.
La decisión de no usar malla anti heladas para proteger los cultivos tiene una gran cantidad de desventajas. Esto no sólo provoca un descenso en el rendimiento de los cultivos, sino que también afecta a la estética de los campos agrícolas.
Daños que contrae un cultivo agrícola expuesto a temperaturas bajas
El frío es uno de los mayores peligros para los cultivos agrícolas. Las temperaturas muy bajas pueden dañar el follaje, algunas frutas y raíces que producen, e incluso la planta misma. Esto se debe a que la exposición prolongada a temperaturas bajas puede destruir las membranas celulares que contienen las células vegetales, lo que provoca que sean más vulnerables a enfermedades, a hongos y a la desecación.
Cuando un cultivo es expuesto a temperaturas bajas, generalmente lo primero que puede sufrir daños son los brotes o “culmos” de la planta. Esto se debe a que cuando estas partes de la planta están expuestas al frío, sus tejidos celulares se endurecen como forma de defensa, y esto impide que sean capaces de absorber el agua y los nutrientes necesarios para su crecimiento.
Esta situación puede provocar la defoliación y la necrosis, que son la pérdida de hojas y la muerte de la planta, respectivamente., Además de los daños en los brotes de las plantas, las temperaturas bajas también pueden dañar directamente los frutos y las flores, debido a la congelación del agua en sus tejidos, lo que provoca la desecación y la rotura de sus células. Dependiendo del clima en el que se encuentre un cultivo agrícola, estas condiciones frías pueden ocurrir incluso al principio de la primavera, por lo que es importante que las plantas sean protegidas adecuadamente.
Conclusiones
Las plantas pueden también verse afectadas indirectamente por el frío. Esto sucede cuando el suelo se congela durante largos períodos de tiempo, impidiendo la absorción de oxígeno y nutrientes a través de la raíz y dañando el metabolismo de la planta. Esto puede causar la pérdida completa del cultivo, las temperaturas bajas también pueden propagar enfermedades en los cultivos. Esto ocurre debido al aire seco y al frío intenso, lo que aumenta la posibilidad de que los patógenos islotes lleguen a las plantas y les provoquen enfermedades como el mildiú polvoso, la rizopirosis, el óxido y la moniliasis.
La única forma de prevenir los daños que las temperaturas bajas pueden provocar en los cultivos agrícolas es asegurarse de que estén bien protegidos. Esto incluye la colocación de lonas de plástico sobre la planta para evitar la congelación del follaje, así como la extracción de los frutos y la aplicación de fungicidas cuando sea necesario. Sólo así se podrá asegurar una cosecha estable y sana.